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Maximice sus resultados de fitness con sesiones prolongadas de ejercicio al aire libre

18 de septiembre de 2023

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El verano ya está aquí y es hora de llevar tu rutina de ejercicios al aire libre. Claro que los entrenamientos en interiores tienen sus ventajas, como el aire acondicionado y el acceso a equipos de lujo, pero hay algo especial en sudar bajo el sol. En este artículo, exploraremos los muchos beneficios de las sesiones prolongadas de ejercicio al aire libre. Ponte las zapatillas de correr y prepárate para mejorar tu forma física.

Cómo aprovechar los beneficios de las sesiones de entrenamiento prolongadas

¿Estás cansado de tus entrenamientos habituales de 30 minutos? Pues ha llegado el momento de darle un empujón a tu entrenamiento y alargarlo. Los entrenamientos más largos no sólo te ayudan a quemar más calorías, sino que también desafían a tu cuerpo de nuevas maneras, lo que conduce a resultados más rápidos y una mayor resistencia.

Los estudios han demostrado que los entrenamientos prolongados pueden mejorar la forma física al aumentar el ritmo cardíaco y obligar al organismo a adaptarse a niveles de intensidad más elevados. Además, el aire fresco y el entorno natural pueden hacer maravillas por tu estado de ánimo y tu bienestar general.

Cómo los entrenamientos más largos pueden mejorar tu forma física

Cuando hace ejercicio durante un periodo prolongado, su cuerpo entra en un estado de mayor quema de grasas, también conocido como "zona de quema de grasas". Esto significa que su cuerpo se vuelve más eficiente a la hora de utilizar la grasa almacenada como fuente de energía, ayudándole a deshacerse de esos kilos de más.

Las sesiones de entrenamiento prolongadas también mejoran la capacidad cardiovascular. Al poner a prueba el corazón y los pulmones durante más tiempo, aumenta su capacidad de bombear sangre rica en oxígeno por todo el cuerpo. Y cuanto más oxígeno reciban tus músculos, más energía tendrás para aguantar los entrenamientos de resistencia.

Pero eso no es todo. Los entrenamientos prolongados tienen beneficios adicionales que van más allá de la mera quema de calorías y la mejora de la condición cardiovascular. Para empezar, los entrenamientos más largos te dan más tiempo para centrarte en diferentes grupos musculares y realizar una variedad de ejercicios.

Por ejemplo, durante un entrenamiento más corto, es posible que sólo tenga tiempo para trabajar los principales grupos musculares, como las piernas, los brazos y el tronco. Sin embargo, con un entrenamiento prolongado, también puedes incorporar ejercicios dirigidos a los músculos estabilizadores más pequeños, que a menudo se pasan por alto.

Al trabajar estos músculos más pequeños, puede mejorar su fuerza y estabilidad generales, lo que puede ayudarle a prevenir lesiones y mejorar su rendimiento en otras actividades físicas. Por lo tanto, si has estado descuidando esos grupos musculares más pequeños, ampliar tus entrenamientos puede cambiar las reglas del juego.

Otra ventaja de los entrenamientos más largos es la oportunidad de centrarse en la forma y la técnica. Cuando te apresuras en un entrenamiento corto, es fácil sacrificar la forma adecuada en favor de completar los ejercicios rápidamente.

Sin embargo, con sesiones de entrenamiento prolongadas, dispones de más tiempo para concentrarte en tus movimientos y asegurarte de que los realizas correctamente. Esta atención a los detalles puede producir mejores resultados y reducir el riesgo de lesiones.

Además, los entrenamientos más largos suponen un reto mental que puede mejorar tu bienestar general. Superar un entrenamiento agotador requiere fuerza mental y resistencia.

A medida que amplíes tus entrenamientos, te encontrarás con nuevas barreras físicas y mentales. Superar estos retos puede aumentar tu confianza y mejorar tu fortaleza mental, lo que puede trasladarse a otros ámbitos de tu vida.

Además, los entrenamientos más largos te dan la oportunidad de explorar diferentes métodos y técnicas de entrenamiento. Puedes experimentar con el entrenamiento por intervalos, el entrenamiento en circuito o incluso probar un nuevo deporte o actividad.

Al diversificar tus entrenamientos, mantienes tu cuerpo alerta y evitas el aburrimiento. Esta variedad no sólo hace que sus entrenamientos sean más agradables, sino que también le ayuda a romper las mesetas y seguir avanzando hacia sus objetivos de fitness.

En conclusión, alargar las sesiones de entrenamiento puede aportar una amplia gama de beneficios. Desde quemar más calorías y mejorar la condición cardiovascular hasta trabajar grupos musculares más pequeños y mejorar la resistencia mental, los entrenamientos más largos ofrecen un enfoque holístico de la forma física y el bienestar. Así que, si estás listo para llevar tus entrenamientos al siguiente nivel, ¡es hora de aceptar el reto de las sesiones de sudor prolongadas!

Maximizar la quema de calorías para perder peso de forma eficaz

Si su objetivo es perder peso, los entrenamientos prolongados al aire libre deberían ser su nuevo mejor amigo. Pero, ¿cómo maximizar la quema de calorías durante estas sesiones empapadas de sudor? Averigüémoslo.

Estrategias para aumentar la quema de calorías durante el ejercicio

El entrenamiento por intervalos cambia las reglas del juego cuando se trata de quemar calorías. Alternando sesiones de alta intensidad con periodos de recuperación de baja intensidad, puedes hacer que tu cuerpo queme más calorías incluso después de haber terminado de entrenar.

Pero, ¿por qué es tan eficaz el entrenamiento por intervalos? Pues bien, durante esas explosiones intensas, el cuerpo recurre a sus sistemas energéticos anaeróbicos, que dependen de la glucosa y el glucógeno almacenados. Esto no sólo quema calorías, sino que también ayuda a mejorar la capacidad cardiovascular y la resistencia.

Por otro lado, los periodos de recuperación de baja intensidad permiten al cuerpo reponer sus reservas de energía y recuperar el aliento. Este ciclo de superar tus límites y dar a tu cuerpo tiempo para recuperarse no sólo maximiza la quema de calorías, sino que también mejora tu forma física general.

Otra forma de aumentar la quema de calorías es incorporar el entrenamiento de fuerza a tus entrenamientos prolongados. Levantar pesas o utilizar bandas de resistencia no sólo fortalece los músculos, sino que también aumenta el metabolismo, ya que la masa muscular quema más calorías en reposo que la grasa.

Cuando realizas un entrenamiento de fuerza, creas microdesgarros en las fibras musculares. Para reparar estos desgarros, el cuerpo necesita gastar energía, lo que significa quemar más calorías. Además, a medida que aumenta la masa muscular, el cuerpo quema calorías de forma más eficiente, incluso cuando no se hace ejercicio.

Y no te olvides del poder de las pendientes. Tanto si corres cuesta arriba como si pedaleas contra una fuerte brisa, enfrentarte a terrenos difíciles puede aumentar significativamente tu gasto calórico, ayudándote a alcanzar tus objetivos de pérdida de peso más rápidamente.

Cuando hace ejercicio en una pendiente, su cuerpo tiene que esforzarse más para vencer a la gravedad. Este mayor esfuerzo no sólo involucra a más músculos, sino que también eleva su ritmo cardíaco, lo que conduce a una mayor quema de calorías. Así que la próxima vez que salgas a la calle o te subas a la bicicleta, ¡busca esas cuestas y aprovecha para quemar calorías!

En conclusión, si desea maximizar la quema de calorías durante los entrenamientos prolongados al aire libre, incorpore a su rutina el entrenamiento por intervalos, el entrenamiento de fuerza y los terrenos difíciles. Estas estrategias no sólo le ayudarán a perder esos kilos de más, sino también a mejorar su forma física y su resistencia. Así que cálzate las zapatillas, coge las pesas y prepárate para pasar al siguiente nivel en tu viaje de pérdida de peso.

La importancia del oxígeno en tu rutina de entrenamiento

Todos sabemos que el oxígeno es esencial para nuestra supervivencia, pero ¿sabía que también desempeña un papel vital en su rutina de entrenamiento al aire libre? Averigüémoslo.

Cuando se trata de hacer ejercicio, el oxígeno es su mejor amigo. Es la clave para liberar todo su potencial y alcanzar sus objetivos de forma física. Sin oxígeno suficiente, su cuerpo no puede rendir al máximo. Por eso es fundamental comprender cómo el consumo de oxígeno mejora el rendimiento y la recuperación.

Cómo mejora el rendimiento la ingesta de oxígeno

Al hacer ejercicio, los músculos necesitan más oxígeno para producir energía. Este mayor consumo de oxígeno permite que los músculos trabajen más y durante más tiempo, lo que mejora el rendimiento y la resistencia. Es como dar a los músculos una inyección de energía.

Piensa en el oxígeno como el combustible que impulsa el motor de tu entrenamiento. Cuanto más oxígeno suministres a tus músculos, más eficientemente podrán convertirlo en energía. Esto significa que podrás esforzarte más, levantar pesos más pesados y correr más rápido y durante más tiempo. El oxígeno es el ingrediente secreto que te ayuda a superar tus estancamientos físicos y alcanzar nuevas cotas.

Cómo ayuda la ingesta de oxígeno a la recuperación

Pero los beneficios del oxígeno no acaban ahí. Una ingesta abundante de oxígeno también desempeña un papel crucial en la recuperación después del entrenamiento. Después de un entrenamiento intenso, los músculos necesitan tiempo para repararse y reconstruirse. El oxígeno es esencial en este proceso.

Cuando proporciona a su cuerpo suficiente oxígeno, ayuda a reducir las agujetas y acelera la eliminación de productos de desecho, como el ácido láctico. El ácido láctico es el responsable de esa sensación de quemazón que se siente durante el ejercicio intenso. Al aumentar la ingesta de oxígeno, se eliminan más rápidamente estos productos de desecho, lo que permite que los músculos se recuperen con mayor rapidez.

El oxígeno no sólo ayuda a la recuperación física de los músculos, sino también a la recuperación mental. El ejercicio libera endorfinas, hormonas del bienestar que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés. El oxígeno desempeña un papel vital en la producción y circulación de estas endorfinas, ayudándole a sentirse fresco y rejuvenecido después de un entrenamiento exigente.

La próxima vez que te pongas las zapatillas de correr o vayas al gimnasio, recuerda la importancia del oxígeno. Asegúrate de respirar profundamente y permite que tu cuerpo absorba tanto oxígeno como sea posible. Tus músculos te lo agradecerán y verás los resultados en la mejora de tu rendimiento y en una recuperación más rápida.

Conclusión

Así que, ¿por qué conformarse con un entrenamiento cualquiera cuando puedes hacerlo al aire libre y maximizar tus resultados de fitness? Al prolongar tus entrenamientos, no sólo estás desafiando a tu cuerpo de nuevas maneras, sino también cosechando innumerables beneficios como el aumento de la quema de calorías, la mejora de la resistencia y la mejora de la recuperación.

Así que cálzate las zapatillas, coge tu botella de agua y disfruta al máximo del aire libre. Tu jornada de fitness será mucho más soleada.

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